Un largo
viaje comienza con un primer paso, dice el refrán. A veces ese pequeño paso es
el que más cuesta dar. Quizá por temor a lo nuevo, a lo desconocido o
simplemente por creer que no se puede y no confiar en las propias capacidades. Lo
emocionante es, que una vez dado ese primer gran paso, y se empieza a andar, el
camino te puede llevar a lugares maravillosos.
Algo así le
pasó a Blanca Juárez, una mujer de 43 años, vecina de los Troncos del Talar, que fue alumna del taller de
costura en la Escuela Taller Fátima y que ya hace dos años comenzó un camino de
trabajo haciendo hermosos vestidos de novia para Novias al Garage, un
emprendimiento de la diseñadora Josefina Obarrio ubicado en San Isidro.
“Empecé sin
saber nada y…”, la emoción de recordar sus inicios le llenan los ojos de
lágrimas y no la deja terminar la frase. Blanquita, como la conocen cariñosamente
en el taller, comenzó a cursar costura en el taller en 2004 y continuó yendo a
cada curso hasta 2007. Todavía no se animaba
a dar el primer paso, no se creía capaz. "Yo no lo sé hacer", decía.
La
profesora de costura de Blanca, Marta Suarez, contó que la habilidad, la
responsabilidad y la capacidad de trabajo la destacaban. “Le insistíamos porque
era muy buena, muy prolija y responsable”. La orientadora laboral, Marisa
Vigas, también cuenta que la animaban para que se largara. “Era una lástima que
no se animara porque es impecable en su trabajo”, destacó Marisa.
En 2007,
dos jóvenes diseñadoras realizaron un taller de diseño en el Taller Fátima. Una
de ellas era Josefina Obarrio, quienes les propusieron a las alumnas una
dinámica muy creativa. Ellas contaban un cuento y en base a la historia debían diseñar
un disfraz para los personajes. Así se conocieron Blanca y Josefina quien le
hizo una propuesta para trabajar con ella.
“No me
animaba porque era lejos”, cuenta Blanquita y se ríe porque sabe que era una
excusa. Luego confesaría: “era un lugar
importante, reconocido y me daba miedo no poder cumplir”. Finalmente asumió el
compromiso, motivada y respaldada por su profesora, la orientadora y Teresa
Carrillo, la coordinadora de la Escuela Taller. Ese fue el primer paso: animarse.
Comenzó
yendo una vez por semana para hacer arreglos y terminaciones. Luego, el camino
continuó con nuevos desafíos. Actualmente trabaja de lunes a jueves en San
Isidro y los viernes se lleva algunos vestidos a la casa para armarlos. “En dos
días hago un vestido, se pone a la venta y, luego, cuando la novia lo elige se
ajusta a su talle”, explicó Blanquita.
Han pasado
muchos años luego de los cursos y del primer vestido que hizo que fue para los
quince años de su hija. De a poquito fue creciendo. Blanquita contó que el
padre Alejandro, párroco del barrio, le dio una máquina de coser de su madre
porque ya no la podía usar. “No fue a cambio de plata, solo me pidió que le
hiciera cien fundas de biblia”, recordó.
Hoy sigue
su camino, contenta, satisfecha de haberse animado a dar aquel primer paso.
Vestido de Novia confeccionado por Blanca Juarez |
Las fotos de los vestidos fueron tomadas en el Taller Fátima |
Foto de Novias al Garage |
Novias al Garage: http://noviasalgarage.blogspot.com.ar/
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