Una conclusión del informe de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) es que el crecimiento de la productividad
laboral desaceleró bruscamente en 2012.
Después de
un repunte inicial tras la recesión de 2009, las inversiones débiles y las perspectivas mundiales muy
inciertas han frenado mayores aumentos en la productividad. Es especialmente
preocupante a este respecto la tendencia de una desaceleración en la
productividad laboral observada en ciertas regiones como América Latina (o sea
que incluye a la Argentina) y el Caribe, lo cual sugiere que los progresos en
la calidad del empleo registrados en estas regiones durante los últimos años
pueden ser difíciles de mantener.
Es decir que
el esfuerzo contra el empleo informal que prepararía nuevamente el Gobierno Nacional, no tendría buenas perspecticas si no ubica su foco en el aumento de la productividad laboral. "Es necesario
que las autoridades ejecutivas adopten
políticas para recuperarse de la segunda recaída del empleo", advierte la
OIT, y propone, en un escenario global:
Hacer
frente a la incertidumbre para incrementar las inversiones y la creación de
empleo. En particular en los países desarrollados, los responsables de la
formulación de políticas necesitan abordar la incertidumbre política. Esto
incluye ofrecer planes políticos más coherentes y predecibles, medidas para
aumentar los ingresos disponibles a fin de fomentar un mayor consumo; la rápida
implementación de reformas financieras dirigidas a restituir al sector bancario
la función que le corresponde de apoyar las inversiones y otorgar créditos en
particular a las PYME, los principales motores de la creación de empleo.
También son necesarias estrategias creíbles de salida para aquellos países
especialmente afectados por la crisis de la deuda, por ejemplo al reprogramar
la deuda soberana y aligerar la carga
económica de los hogares.
Abordar
los desajustes en el mercado de trabajo y promover el cambio estructural. Gran
parte de la crisis del desempleo es cíclica. Sin embargo, los responsables de
la formulación de políticas también necesitan abordar los problemas
estructurales que se han intensificado con la crisis, como el desajuste entre
la oferta y la demanda de competencias y ocupaciones. La recuperación débil e
inestable ha agravado estos problemas en algunos países, y es probable que esto
frene una futura recuperación del mercado laboral. Los gobiernos deberían
intensificar los esfuerzos dirigidos a apoyar las actividades relacionadas con
las competencias y la recapacitación a fin de reducir el desfase entre la
demanda y la oferta de calificaciones y competencias laborales y abordar el
desempleo de larga duración. Las medidas de reactivación y de orientación
profesional deberían ser incrementadas. La crisis mundial ha reducido el ritmo
del cambio estructural en muchas regiones en desarrollo, exigiendo políticas
para mejorar la productividad y facilitar la movilidad de los trabajadores
entre los sectores. Donde el empleo en la agricultura es especialmente
importante, los gobiernos necesitan adoptar medidas dirigidas a acelerar el
crecimiento de la productividad en ese sector y diversificar las oportunidades
de trabajo e inversiones en las zonas rurales.
Incrementar los esfuerzos para promover el empleo juvenil con atención especial
en el desempleo por largo tiempo. Las tasas de desempleo juvenil elevadas, y en
aumento, han fomentado las preocupaciones sobre una «generación perdida» con
consecuencias negativas a largo plazo tanto para los mismos jóvenes como para
la economía en general. Para hacer frente a estos desafíos, los responsables de
la formulación de políticas deberían promover el empleo juvenil. La guía
exhaustiva de la OIT sobre cómo hacerlo está contenida en el 'Llamado a laacción sobre la crisis del empleo juvenil', acordado por gobiernos, trabajadores
y empleadores en la Conferencia Internacional del Trabajo de junio 2012. Además
de las políticas macroeconómicas a favor del empleo y de las políticas activas
del mercado laboral, se consideran particularmente pertinentes 3 tipos de
intervenciones:
1) incrementar la empleabilidad de los jóvenes a
través de medidas como reforzar los vínculos entre la educación, la formación y
el mundo del trabajo, incluyendo las pasantías; mejorar el acceso de los
jóvenes a la información sobre las oportunidades profesionales, apoyar la
búsqueda de empleo y los sistemas de garantías para los jóvenes;
2)
estimular la iniciativa empresarial de los jóvenes; y
3) promover las normas del trabajo y los
derechos de los jóvenes garantizando que disfruten de igualdad de trato y se
les concedan sus derechos en el trabajo, incluyendo el derecho de sindicación y
a la negociación colectiva, y garantizarles una protección social adecuada.
Los
jóvenes continúan gravemente afectados por la crisis. En la actualidad, unos
73,8 millones de jóvenes están desempleados a nivel mundial y es probable que
la desaceleración en la actividad económica empuje a otro medio millón al
desempleo para 2014. Se estima que la tasa de desempleo juvenil –que ya había
aumentado hasta 12,6% en 2012– incrementará hasta 12,9% para 2017. La crisis ha
mermado drásticamente las perspectivas del mercado laboral para los jóvenes, ya
que muchos experimentan el desempleo de larga duración desde su ingreso en el
mercado laboral, una situación que no había sido constatada durante las
contracciones cíclicas anteriores.
En la actualidad, alrededor de 35% de todos
los jóvenes desempleados ha estado sin empleo durante 6 meses o más en las
economías avanzadas, frente a 28,5% en 2007. Como consecuencia, un número cada
vez mayor de jóvenes ha perdido la motivación y ha abandonado el mercado de
trabajo. Entre los países europeos, donde este problema es especialmente grave,
alrededor de 12,7% de todos los jóvenes no trabaja ni estudia, ni recibe
formación, una tasa que es casi dos puntos porcentuales más alta que antes de
la crisis. Estos períodos de desempleo tan largos y el desaliento al comienzo
de la trayectoria profesional de una persona perjudican además las perspectivas
a largo plazo, ya que las competencias profesionales y sociales se degradan y
no se acumula experiencia laboral.
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Fuente:
Urgente24.com
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