En esta nota de opinión, el licenciado Juan
Puigbó y el Arquitecto Gustavo Gandara, ambos directores de la Fundación UOCRA, comparten su mirada sobre la necesidad de articulación entre el mundo del trabajo y el de la educación. Destacan la necesidad de crear una institución que articule entre estas dos dimensiones claves para el desarrollo.
El Gobierno
Nacional implementa desde 2003 políticas públicas que rescatan al trabajo como
generador de riqueza, y a medida que avanza en la instalación de un modelo
productivo, va poniendo en marcha medidas complementarias en el área de
educación que, en primera instancia pone en valor y rescata sistemas,
estructuras e institutos que fueron diezmados por las políticas instauradas
desde 1976 hasta el 2003.
En ese
sentido creemos que se desarrollaron dos de las claves o dimensiones fundantes
de un modelo educativo, que haga de la relación entre la educación y el trabajo
un eje central para el crecimiento y el desarrollo de una Argentina con
inclusión de cara a la nueva Sociedad del Conocimiento.
La primera
de ellas, es la ley de educación técnico profesional que garantiza a partir de
una participación y discusión amplia, la incorporación en general de la
sociedad en su conjunto y en particular de los actores del mundo productivo en
el diseño y gestión de las políticas públicas en relación a la díada ET.
La segunda
de ellas es la ley de financiamiento de la ETP, que en conjunto a la anterior,
dan respuesta a dos cuestiones claves como son el necesario anclaje normativo y
a los aspectos de la financiación que son fundamentales como visión y acción de
una política integral e integrada que deje de lado aquellas demandas primarias
del sistema educativo que eran reclamadas desde hace varias décadas.
Asimismo la
Creación de los Consejos Sectoriales de Certificación y Formación Continua y el
Plan Más y Mejor Trabajo ambas iniciativas de la cartera Laboral, amplían los
niveles de respuesta y de visión estratégica de la relación mencionada y que
sin articularse tratan de dialogar con las claves o dimensiones del mundo
educativo.
Ahora bien,
estos ejes son absolutamente necesarios pero no suficientes.
Una nueva
dimensión que creemos estructurante y que su implementación dotaría
definitivamente de los instrumentos necesarios para dar el salto cualitativo en
la generación de un proceso sistémico y permanente en la relación de la educación-
trabajo, implica el desarrollo de una nueva institucionalidad articuladora que
nazca de un nuevo marco legal.
Por lo
tanto, la discusión de una ley Nacional de Cualificaciones Profesionales que
permita la construcción de un espacio permanente de dialogo y acción entre el
mundo educativo y el mundo productivo, y que articule las demandas de la
empresa y de los trabajadores.
También que
se sostenga en el marco de una estrategia productiva emanada desde una clara
visión de País y con la necesaria conducción por parte del Estado; se hace
imprescindible al momento de la búsqueda de síntesis entre el trabajo como
concepto amplio asumiendo la cuestión del empleo y la consiguiente demanda
sobre el sistema educativo.
Indudablemente
esta acción conlleva la necesidad de la creación de una Agencia Nacional de
Educación Trabajo que permita que los actores sociales y el Estado en su
conjunto (Educación y Trabajo) converjan en un mismo ámbito en la discusión de
las políticas de empleo y formación.
Esta
instancia de creación de la Agencia, se constituiría así como una instancia
superadora frente a la multiplicidad de acciones, sistemas y abordajes
diseminados en el espectro estatal y privado que ante la falta de un marco de
acción, de discusión y de articulación común genera una dilución de sus
impactos, que por consiguiente no responden a las claras demandas de la
sociedad en su conjunto y a la del adulto/a trabajador en particular; y que en
su necesaria articulación permitan aumentar en cantidad y calidad el conjunto
de capacidades acumuladas que la población Argentina hoy ostenta, y que se
constituyen actualmente en el valor necesario en las que las sociedades
actuales sustentan su desarrollo.
Esta Agencia
bien podría asumir parte de las responsabilidades que tanto hoy desarrollan
áreas de los Ministerios de Trabajo y Educación, permitiendo potenciar aun más
la multiplicidad de acciones que en este sentido hacen los actores sociales
legítimos.
La discusión
genuina de una ley de Cualificaciones conjuntamente con la creación de la
Agencia ET se sustenta en la idea de condensar definitivamente los conceptos
del trabajo y de la educación, a través del esfuerzo compartido de los actores,
las estructuras y sistemas existentes, que al nuevo llamado de la sociedad han
seguido y seguirán dando respuesta a la exigente demanda de formación de
nuestra población trabajadora.
Por último
esta nueva etapa en la profundización de un modelo productivo con inclusión,
implica definitivamente que mas trabajadores argentinos ingresen al círculo de
bienestar de la mano del desarrollo amplio de sus capacidades, que le sean
propias y validas en la defensa de sus intereses y en la construcción de una
sociedad.
Fuente: Telam
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