lunes, 12 de marzo de 2012

Para convertir en Universal la Asignación por Hijo

La Asignación Universal por Hijo (AUH) es un seguro social creado en octubre de 2009 mediante el decreto 1602/09 del Poder Ejecutivo de la Nación. Según la ANSES, los beneficiarios son los desocupados que “no perciban ninguna suma de dinero en concepto de Prestaciones Contributivas o No Contributivas, Subsidios, Planes, Jubilaciones, Pensiones, etc”, los trabajadores no registrados y personal de servicio doméstico que “ganen igual o menos del salario mínimo, vital y móvil”; y los monotributistas sociales.

Esta política social disponía inicialmente de un ingreso de 180 pesos mensuales por los hijos (máximo cinco) menores de 18 años. El 80 por ciento del mismo se percibe directamente y el porcentaje restante se depositan en una cuenta a nombre del titular. Ese dinero se puede retirar una vez al año y para ello debe demostrarse que el niño asistió al establecimiento escolar durante el ciclo lectivo así como también presentar la Libreta de Seguridad Social para constatar el cumplimiento del plan de vacunación.

El día que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto sostuvo que “éste es el sistema más redistributivo y más justo, porque paga por cada uno de los hijos, sin distinción”. Según estudios del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales dependiente de Conicet, la pobreza bajó del 26 al 22,6 por ciento en 2010, sacando de esa situación a entre 1,4 y 1,8 millones de personas, y la indigencia se redujo de 7,5 a 3,4 por ciento. Además la brecha entre ricos y pobres pasó de ser de 24,8 veces en 2009 a 14 en 2010. Estos datos evidencian que la AUH ha tenido un gran impacto social, no obstante este seguro social tiene un punto débil que es foco de críticas: nunca ha logrado ser universal.


En primer término, este beneficio no es para todos ya que para convertirse en beneficiario hay que hacer el trámite a través del ANSES. Difícilmente las clases más necesitadas puedan realizarlo online y, en caso de querer hacerlo personalmente, puede que no exista una oficina de dicho organismo en su lugar de residencia. Otro de los requisitos que tanto el titular como el hijo figuren en la Base de Personas de ANSES y que cuenten con su DNI. El inconveniente es que muchos argentinos no poseen ninguna documentación que los identifique, ya sea por haberla perdido o nunca haberla tramitado, y no tienen la forma de realizarlo por vivir en zonas relegadas por el Estado.

Si bien no hay datos de las personas que se encuentran excluidas de la AUH, en 2010 el economista y diputado del Frente Amplio Progresista Claudio Lozano expresó que “hay 2.800.000 pibes que no reciben nada”. Desde la oposición, los diferentes bloques han exigido la universalización de la Asignación por Hijo para que todos los argentinos pertenecientes a las clases humildes puedan gozar de los 270 pesos mensuales.

Luis Naidenoff,  jefe del bloque de la UCR en Senadores
Desde el 2009 hasta la actualidad, ¿cómo analiza el impacto social de la AUH?
La AUH es un buen primer paso como política de inclusión social, pero es insuficiente porque hay muchos que carecen de recursos y están absolutamente excluidos. La asignación es un derecho y como tal no tiene que estar supeditado a una cuestión del poder adquisitivo de las personas. Es un derecho por el solo hecho de ser hijo, de dar los primeros pasos para un futuro ciudadano. La AUH es un concepto que tiende a establecer pisos de dignidad e igualdad por eso buscamos que alcance para todos.

Hoy la AUH es un decreto, ¿en qué medida hacer una ley garantizaría la universalización del beneficio monetario?
La mejor manera de institucionalizar derechos es por ley, no por Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), porque tal cual está redactada la norma muchos quedan excluidos de manera injusta: los monotributistas de categorías bajas y el personal de servicio domestico. El no tratamiento por ley es un retroceso.

¿Qué complemento propone para la AUH?
En Argentina hacen falta políticas de desarrollo que tiendan a generar inclusión con el trabajo.

¿Son suficientes los 270 pesos de la asignación para una familia humilde?
Nosotros pedimos que tenga un parámetro de movilidad similar al que tiene la propia jubilación. Hay dos Argentinas en cuanto a las estadísticas: la de las estadísticas del Gobierno y la de los supermercados. Siempre, más allá de las buenas medidas, cuando no nos manejamos con las estadísticas del supermercado terminan perdiendo los que menos tienen. Esto se corrige con cierto criterio de recupero de seriedad de las estadísticas pero estamos lejos porque cada vez la política se Moreniza más.

Cecilia Merchán, ex diputada nacional de Movimiento Libres del Sur y autora de uno de los proyectos vinculados a la AUH. Desde el 2009 hasta la actualidad, ¿cómo analiza el impacto social de la AUH?
La AUH era una pelea desde siempre y es un salto adelante muy importante que realmente tuvo impacto en la sociedad. Era algo que veníamos impulsando desde el Frente Nacional contra la Pobreza y que en la Cámara de Diputados también seguimos impulsando. No es universal porque habían quedado afuera los monotributistas, los cooperativistas y no todos los trabajadores acceden a la asignación. Universal es para todos y si no se la está considerando un plan social. Universalizarlo tiene que ver con que el trabajo informal sigue siendo una realidad en la Argentina y todavía hay un montón de sectores desocupados.

Hoy la AUH es un decreto, ¿en qué medida hacer una ley garantizaría la universalización del beneficio monetario?
No creo que exista hoy una posibilidad de que salga una ley de AUH con todos estos elementos porque el Poder Ejecutivo lo llevó adelante con sus propios criterios y tomando algunos de los reclamos de manera parcial. Pueden hacer una ley pero con los elementos del decreto.

¿Qué complemento propone para la AUH?
Otra de las cuestiones que debatíamos era que los fondos de esta asignación tuvieran como origen alguna renta extraordinaria, por ejemplo la renta financiera en la Argentina. Que nosotros tengamos el ANSES y hayamos recuperado las AFJP es el primer salto adelante y a partir de esto se pudo llevar adelante la AUH, pero perfectamente podríamos seguir sacando ganancias extraordinarias. Poder tocar los recursos de las rentas financieras era una posibilidad muy importante para poder tener fondos genuinos que permitan ampliar derechos como éste sin tocar los recursos que ya hemos adquirido de las AFJP.

¿Son suficientes los 270 pesos de la asignación para una familia humilde?
Si bien la inflación se lo va comiendo, ayuda porque de no tener nada a tener eso como asignación es muy importante. Ayuda a los sectores trabajadores que además de su sueldo reciben la asignación, que ha sido parte de una reivindicación de los trabajadores desde el gobierno de Perón. La AUH tiene que ir atado constantemente al salario mínimo, vital y móvil.

El diputado del Peronismo Federal Eduardo Amadeo pidió que el AUH se amplíe a los mayores de 18 años. ¿En qué medida concuerda o disiente con su postura?
Siempre que estén en situación de estudio y los tengan que seguir sosteniendo, hay que ampliarlo a chicos mayores de 18 años.

Silvia Augsburger, ex diputada del Partido Socialista y autora de uno de los proyectos vinculados a la AUH. Desde el 2009 hasta la actualidad, ¿cómo analiza el impacto social de la AUH?
Como asignación monetaria ha sido una decisión superadora a lo que teníamos, pero no es universal, suficiente ni equitativa con todo el mundo. Es una importantísima asignación monetaria para la población argentina por debajo los niveles de indigencia y pobreza pero no hay acciones del Gobierno para eliminar la pobreza social de esos sectores. Sabemos que como hay que hacer un trámite, todavía no llega a los sectores más vulnerables. En nuestra iniciativa de ley lo planteábamos como un derecho independientemente de la situación laboral de los papás sino que todos los niños y niñas tienen que tener el derecho de poder alimentarse sanamente y crecer en buenas condiciones aunque hayan nacido en un hogar pobre, de clase media o acomodada, en Buenos Aires o en Jujuy.

Hoy la AUH es un decreto, ¿en qué medida hacer una ley garantizaría la universalización del beneficio monetario?
En su momento, la Presidenta optó por un decreto porque la totalidad de las iniciativas presentadas eran universales. Pero diferenció 3 sectores muy claramente: la población de mayores recursos, la de los trabajadores y la de aquellos sectores más vulnerables. Debería ser por ley para que sea permanente y no la voluntad de un gobierno o en épocas donde las finanzas del Estado son buenas. Debe ser la prioridad de cualquier Estado nacional y debiera tener un ajuste inflacionario que no sea discrecional sino establecido por ley.

¿Qué complemento propone para la AUH?
Se sabe que el Estado nacional no ha publicado estadísticas al respecto y lo más elemental de una política de Estado como esta es tener estadísticas para poder rectificar errores o situaciones que se vayan dando.

¿Son suficientes los 270 pesos de la asignación para una familia humilde?
No, en absoluto. No lo fue en su momento y ahora menos después de un proceso inflacionario. Tendría que tener algún lazo con lo que es la canasta básica.

El diputado del Peronismo Federal Eduardo Amadeo pidió que el AUH se amplíe a los mayores de 18 años. ¿En qué medida concuerda o disiente con su postura?
Creo que debe ser hasta los 18 años, que es cuando la ley habilita a trabajar. Los primeros años de vida son los más importantes para el desarrollo intelectual de esa persona.

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