El barrio Troncos del Talar comienza a la vera del río
Reconquista. La historia del barrio y la de toda el área, de lo que fuera la
estancia del General Ángel Pacheco, está ligada a estas aguas hoy enegrecidas
por una contaminación creciente.
Río con historia que recuerda el desembarco de Santiago de
Liniers en la reconquista de Buenos Aires, hoy también nos recuerda que debe
ser reconquistado para nuestra historia presente. En este día del medio
ambiente compartimos información sobre esta problemática tan cercana a
nosotros:
La cuenca
del Río Reconquista es, junto a la del Matanza-Riachuelo, el cauce fluvial más
contaminado del país. Desde su nacimiento en el Dique Roggero atraviesa un
total de 18 partidos del oeste y norte del conurbano bonaerense (Tigre, San
Fernando, San Isidro, Vicente López, General San Martín, San Miguel, Malvinas
Argentinas, José C. Paz, Tres de Febrero, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Moreno,
Merlo, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz y General Las Heras) donde hay
instaladas alrededor de 14.000 industrias y habitan cinco millones de personas,
de las cuales más de un millón (el 32% no tiene agua de red y el 61% no cuenta
con cloacas) se ven afectadas por la contaminación.
Cuando el
río nace en el Dique Roggero registra una baja polución y un nivel normal de
oxígeno disuelto en el agua. Esta tendencia es común en todo lo que se denomina
“el primer tramo” que llega hasta el Puente Cascallares. A partir de allí
comienza el “segundo tramo” que sigue hasta Bancalari.
En este
tramo el río recibe directamente o a través de los arroyos y otros cursos de
agua desechos cloacales de domicilios particulares mediante vertederos
clandestinos o empresas de desechos (camiones atmosféricos). También en esta
zona se ve claramente la presencia de basurales clandestinos en la ribera del
río y el vertido de sustancias contaminantes con escaso o nulo tratamiento
previo por parte de diversas industrias, frigoríficos, laboratorios que
producen pesticidas, papeleras, la tabacalera Massalin Particulares (parte de
la multinacional Phillip Morris) cuyas vertientes de su planta en Merlo son
visibles desde las vías del Ferrocarril Sarmiento, textiles y petroquímicas
entre otros. Estas características se redoblan cuando el Arroyo Morón, uno de
los principales cursos de agua menores de la cuenca, desemboca en el río.
También
entre la desembocadura del Arroyo Morón y Bancalari comienza la zona en que una
gran parte de los terrenos adyacentes al río es utilizada por el CEAMSE para
descargar desechos domiciliarios. En este tipo de rellenos sanitarios se genera
el lixiviado (líquido ácido con altas concentraciones de iones metálicos,
contaminantes orgánicos, nitrógeno amoniacal y otros tóxicos) que contamina las
napas subterráneas y al río mismo.
Desde
Bancalari hasta el Río Luján se encuentra el llamado “tercer tramo” del río.
Este es el más afectado donde el nivel de contaminación es altísimo, el oxígeno
disuelto en agua es escaso o nulo, los barros son tóxicos y en marea baja el
río huele a sulfuros. En esta zona también hay gran concentración de industrias
metalúrgicas y químicas.
Al llegar a la zona de Tigre el río se divide en el
Canal Aliviador (Pista Nacional de Remo) y los dos cursos naturales: Río Tigre
y Río Reconquista Chico, separados por una compuerta del canal aliviador. Los
análisis químicos realizados el año pasado a las aguas del Reconquista dieron
como resultado que: el nivel de oxígeno disminuye 20 veces desde el nacimiento
a la desembocadura. Los fenoles (indicadores del volcado de aguas servidas y
descargas industriales sin tratar) presentan valores de 500 a 1000 veces
superiores a lo establecido en las normas. Las concentraciones de metales
pesados en el agua son hasta 160 veces mayores a los de la guía. Los casos
extremos corresponden al cromo, en Bancalari, y al cobre en Cascallares. Se detectaron
pesticidas organoclorados en valores entre 40 y 400 veces superiores a lo
tolerado para la protección de la vida acuática. Algunos de los pesticidas
hallados fueron prohibidos en 1970. La presencia de bacterias coniformes
(indicadores de contaminación cloacal) es muy elevada, en especial en la
confluencia del Arroyo Morón.
Las
sustancias encontradas en el Río Reconquista poseen efectos carcinogénicos,
mutagénicos y embriotóxicos (atraviesan la placenta y afectan al feto), que son
persistentes en el ambiente y pueden ser absorbidas por el cuerpo, por
inhalación, ingesta o contacto. El efecto acumulativo de estos tóxicos se
ejerce por lo tanto no solo sobre la población actual, si no también en las
siguiente generaciones.
Uno de los
casos más analizados es el barrio El Arco, ubicado en la localidad de
Benavidez, que cuenta con cerca de 30 manzanas y es atravesado por un arroyo
perteneciente a la cuenca. Según una investigación realizada por la “Fundación
Pro-Tigre” en Febrero del 2006 se habían detectado 14 casos de cáncer y se
habían registrado 37 muertos por esta enfermedad en dicho barrio.
El plan de
saneamiento ambiental de Duhalde que contaminó el Delta
En 1998,
durante el gobierno provincial de Eduardo Duhalde, se creó la UNIREC (Unidad de
coordinación del proyecto Río Reconquista) con el objetivo de sanear y
controlar las inundaciones en la cuenca. El plan se describía en tres
proyectos: El primero, de obras para el control de inundaciones por lluvias y
sudestadas; el segundo, de obras y planes para el control de la contaminación
doméstica e industrial; y el tercero, que consistía en planes y acciones
institucionales.
El plan fue
financiado por la Provincia de Buenos Aires ($ 150 millones), el Banco
Interamericano de Desarrollo ($150 millones) y The Overseas Economic
Cooperation Fund del Gobierno de Japón ($ 71 millones). El 5 de Agosto del 2000
los vecinos del Delta veían que el agua de los ríos estaba más turbia, que
arrastraba basuras y que, dependiendo del viento, el olor a podrido era insoportable
ya que la corriente les llevaba la contaminación del Reconquista. Esto
coincidía con la fecha de finalización de las obras de “Adecuación del Canal
Aliviador y Obra de Admisión Canal Aliviador” tal como figura en el informe de
la UNIREC. La obra consistía en seis pasos:
1. Extracción
y Disposición Controlada de Lodos en el Tramo Medio del Río Reconquista (Ruta
Panamericana Km. 12 – Desembocadura Arroyo Morón Km. 19)
2. Extracción
y Disposición Controlada de Lodos en el Canal Aliviador
3. Adecuación
de la Sección Hidráulica del Canal Aliviador
4. Construcción
de una Obra de Admisión
5. Prolongación
del Puente Liniers y Tablestacado Metálico
6. Protección
del Puente sobre Ruta 27 con elementos premoldeados de hormigón y geotextil
Las empresas
“Dragados y Obras Portuarias S.A.” y “Pagliettini S.A.” llevaron a cabo, por un
monto de $34.439.188, la obra que en parte se basaba en la construcción de un
terraplén para desviar el cauce contaminado del Reconquista al Canal Aliviador.
Esto, sumado a la disposición de lodos contaminados del río en dicho canal,
causó que el desvío contaminara al Río Luján y a través del cauce de este
contaminara diferentes ríos del Delta. Este impacto fue tan grande que llegó a
la justicia y fue tomado por los medios comerciales, tales como Clarín (en su
edición del 16/09/2000) y La Razón (en su edición del 07/09/2000).
Datos
estadísticos: Fundación Pro-Tigre y Cuenca del Plata
Investigación:
Juan Ignacio Suarez
Fuente: "Río Reconquista, una basural acuático".
Argentina Indymedia, 2007.
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