BUENOS AIRES
(OIT Noticias) – Matías levanta la vista desde el escenario y sonríe nervioso.
Frente a él no sólo están sus compañeros de clase y otros alumnos; también hay
docentes, directores de escuelas y técnicos gubernamentales. Además, como si
eso no fuera suficiente para intimidar a un niño de 13 años, acaban de ingresar
al auditorio los ministros de Trabajo y de Educación de Argentina.
Pero Matías
no se amedrenta y, papel en mano, se echa a hablar con entusiasmo y soltura.
“Queremos igualdad de oportunidades, y no que, mientras algunos chicos pueden
ir a la escuela, otros no tengan la misma posibilidad”, dice.
A su lado
Maira, de 15 años, espera ansiosa. Cuando llega su turno, agrega: “Que nuestros
padres puedan tener un trabajo digno y decente, para que los chicos no tengamos
que salir a trabajar”.
Luego le
toca a un joven de 20 años, también de nombre Matías, quien dice: “Que la
escuela conozca la situación de los chicos que trabajan. Y para eso proponemos
que haya tutores que los apoyen. La escuela no puede ser ‘talle único’.
Necesitamos una escuela que nos incluya a todos”.
Sus
propuestas son parte de las conclusiones de una jornada sobre “Pensar el
Trabajo Decente en las Escuelas”, organizada por los ministerios de Trabajo y
de Educación de Argentina. De la jornada participaron más 600 estudiantes de 15
escuelas secundarias del conurbano bonaerense, así como docentes, directores de
escuelas y equipos de ambos ministerios.
La consigna
era sencilla: reflexionar sobre la relación entre escuela y trabajo y, más
precisamente, sobre la escuela y el trabajo que los y las estudiantes quieren
tener. Escuchando sus ideas estaban las dos máximas autoridades del país en
materia de educación y empleo.
“A diferencia
de los que piensan que la escuela ‘se distrae’ cuando habla de temas como
educación sexual, donación de órganos, o Trabajo Decente, nosotros creemos lo
contrario: que cuando la escuela enseña educación sexual o Trabajo Decente,
está haciendo exactamente lo que tiene que hacer”, señaló el ministro de
Educación, Alberto Sileoni.
Por su
parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se refirió a la demanda de los
estudiantes en lo que se refiere a igualad de oportunidades. “La construcción
de esa igualdad es un camino que empezó a recorrerse en 2003. Junto a los 5
millones de puestos de trabajo generados desde entonces, el proyecto Construir
Futuro con Trabajo Decente es una apuesta fundamental, dado que no sólo tenemos
que recuperar puestos de trabajo, sino que tenemos que recuperar, también, la
cultura y el valor del trabajo digno en las nuevas generaciones”.
El proyecto
Construir Futuro con Trabajo Decente, al que se refiere el ministro Tomada,
nació en 2004 de la mano de los ministerios de Trabajo y de Educación
nacionales y la Oficina de País de la OIT para Argentina. La idea era, y sigue
siendo, promover y desarrollar en cada persona el valor de la dignidad del
trabajo.
“Con bajos
recursos, algunos proporcionados por la propia OIT pero la mayoría por el
Estado argentino, el proyecto ‘Construir Futuro con Trabajo Decente’ ha tenido
un alto impacto social. La razón de su éxito sin duda se debe a la importancia
del objetivo y al compromiso de las partes involucradas”, sostiene Marcelo
Castro Fox, Director de la Oficina de País de la OIT para Argentina.
Entre los
resultados alcanzados por el proyecto pueden destacarse: 1000 docentes
capacitados en el curso Explora Trabajo Decente; 21 institutos de formación
docente que llevaron adelante proyectos TrabajArte, destinado a todos los
docentes de ciencias sociales de escuela media del país; la Resolución del
Consejo Federal de Educación que incorpora los Principios y Derechos
Fundamentales en el Trabajo y el concepto Trabajo Decente a la currícula de las
escuelas medias; el Taller de Intercambio de Experiencias en la Región, donde
los impulsores y realizadores del proyecto en distintos países de la región –
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay – reflexionaron sobre los rumbos
que el programa ha tomado en cada país.
El impacto
de este proyecto también puede verse en la alegría que sintió Matías al
escuchar que el ministro de Educación, en su discurso, retomaba sus palabras:
“Los chicos
quieren una escuela comprensiva. Y hay un concepto muy potente que dijeron, que
yo lo voy a empezar a usar: no puede haber escuelas de talle único”, dijo el
ministro. “Tiene que haber escuela para todos, y esto significa, no una escuela
en la que entremos todos a como dé lugar, sino la mejor escuela para todos”.
“Para los chicos
esto tiene mucho valor, poder venir acá… estar cara a cara con las
autoridades”, dijo una de las maestras que los acompañaba. Matías y los demás
alumnos terminaron el día sintiendo que habían podido hablar con franqueza y
que habían sido escuchados.
Pero la
jornada ‘Pensar el Trabajo Decente en las Escuelas’ fue mucho más que un día
charlas y reuniones. Fue un ejemplo más de hasta qué punto Argentina ha hecho
del Trabajo Decente una parte integral de su desarrollo económico y social.
Fuente: OIT
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